En medio de una conocida plaza apareció el cuerpo brutalmente mutilado de un elfo ensartado, y de él colgaba un trozo de madera, en el que aparecía escrito con sangre:
"El brujo y e' tezoro ze ayan e' la kaza kon la X. No ez una trampa. Hay muxo oro, armas, y también un brujo le apezta a kaoz".
Junto al elfo un obvio rastro de sangre que conducía hasta el lugar en cuestión donde la puerta de una casa presentaba una gigantesca “X” pintada también con sangre
Muchas fueron las bandas que vieron este mensaje y varias se animaron a participar en lo que con un poco de suerte, podría ser asesinar unos cuantos pieles verdes.
La primera banda que se presentó fueron los skaven que tan gloriosa noche tuvieron al saquear las guaridas de Wülfen “el feo”.
Los orcos se regocijaban en su escondite , pues su plan había funcionado.
Pero lo que había comenzado como una inocente risa de un chico orco asombrado por lo astuto que había sido su jefe, se convirtió en una algarabía que terminó por revelar su posición y de paso, llamar la atención del malvado nigromante que en aquella casucha se encontraba.
Docenas de cadáveres fueron alzados por el maléfico hechicero en rededor de aquella oscura hacienda. Complicando así los planes de las dos bandas.
Los orcos tomaron la iniciativa y el mismo chamán lideró la acometida por los sinuosos puentes que llevaban hasta su objetivo. Los skaven por su parte, se encontraban mucho más alejados y con problemas sedientos de carne caminando hacia ellos.
Pero tenían un as en la manga, o mejor dicho un bastón. Pues en aquel magnífico saqueo de la pasada noche consiguieron una pieza única que su anterior dueño guardaba con mucho celo.
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Bastón Disforme (solo heroes)
Alcance: Combate Cuerpo a Cuerpo; Fuerza: Usuario +2;
Reglas Especiales: arma a dos manos, ataca último, teletransporte.
Teletransporte: Durante la fase de disparo el portador puede señalar dos puntos de terreno libre dentro de su línea de visión sin necesidad de tirada que estén hasta 60cm de él y a 5cm de cualquier miniatura. Señala ambos puntos con una peana de 25mm redonda. En estos dos puntos se abrirán dos portales de teletransporte interconectados. Durante la fase de movimiento de cualquier miniatura aliada o enemiga puede utilizar parte de su movimiento acercarse hasta entrar en contacto con uno de los puntos y usar su capacidad restante para moverse desde el otro punto. Se puede cargar y disparar a través de ellos. Sigue el mismo procedimiento anterior para cargas y disparos. Los portales seguirán abiertos hasta que el portador muera o esté decida abrir dos nuevos portales
Así que dieron buena cuenta de ello y se presentaron, sin llamar, en las mismas puertas de la choza.
El nigromante, que esperaba un banquete para sus acólitos, se vió sorprendido por esta inteligente maniobra que traía en manada a sus irrespetuosos invitado al corazón de sus dominios.
Por lo que levantó un par de zombies y posteriormente su túnica mientras trataba de salir por patas.
Mientras la lucha se encrudecía, es menester hacer una honorífica mención a la actuación del asesino skaven (peana verde).
Desde el comienzo de la partida fallo todos sus chequeos de estupidez y con un andar lento, babeante pero decidido hacia adelante, atravesó el portal de teletransporte y se quedó en el mismo borde de una cornisa, varios turnos. La rata cornuda le vino a espabilar en el último momento.
Los orcos por su parte tomaron una estrategia más conservadora, mientras el chamán orco se afanaba en lanzar a los no muertos por ambos lados del precipicio, el kaudillo se apresuró en cerrar aquel portal a base de tortazos al tipo que lo había abierto.
La refriega contactó por fín a ambas bandas y le dío al nigromante unos estupendos minutos para tratar de huir.
No tardó en darse cuenta que se había olvidado el carcaj, pero satisfactoriamente comprobó que la rata que lo había asegurado era la que más de cerca le seguía.
Por lo que, aprovechándose de sus poderes de la no muerte, invocó a un zombie justo al lado de su perseguidor.
Este último aprovechó la sorpresa de su rival para dejarlo fuera de combate y comandado por las oscuras intenciones de su amo, se afanó en rescatar el botín.
Mientras protegía la retirada de su sirviente, el nigromante apresuró a sus fuerzas para acometer a lo que todavía quedaba de la banda de skaven.
Pero, no estaba todo dicho, pues una retirada táctica ( poco convencional tratándose de orcos), les había situado junto al mago.
Desesperado, este se subió a lo alto de un tejado, esperando poder contener a los combatientes restantes.
Pero “Espachurrakanijoz”, un orco grandote era el ideal para resolver esa situación pues era bien sabido por sus compañeros, que estaba “komo una kabra”.
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¡Komo una kabra!
La miniatura puede renunciar a todo su movimiento para saltar hasta 15cm en cualquier direccion vertical, diagonal u horizontal. Se puede utilizar para carga de un salto[/] desde posiciones horizontales.Ten en cuenta que, si su movimiento no termina sobre tierra firme, sufrirá una caídai.
Por lo que ahora sí, el nigromante finalmente concluyó su escapatoria en el hacha de aquel orco, los zombies restantes se desvanecieron.
“Espachurrakanijoz”, tras un examen post homicidio rápido pudo comprobar la energía que emanaba de aquel cráneo que sostenían las ya inertes manos del nigromante.
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Cráneo de la no vida:
Permite usar el hechizo invocar zombie.
Invocar zombie: dificultad 8 levanta inmediatamente a un solo zombie en un punto a 45cm desde el lanzador. La miniatura no puede colocarse directamente en combate cuerpo a cuerpo con una miniatura enemiga. Sigue las reglas de los zombies de las bandas de los No Muertos. No se pueden mantener más de 3 zombies con este hechizo a la vez. Matar a estos zombies no otorga puntos de experiencia.
Por lo que sostuvo el cráneo con sus manos y soprendio a los allí presentes y a sí mismo levantando a su primera creación.
Las ratas, como siempre, llegaban al humo de las velas, pero esta vez quizá no con efectivos suficientes para hacer frente a los orcos.
Además se les acababa el tiempo, pues aquel mensaje con el elfo ensartado podría ser visto por cualquier otra banda y venir a reclamar su parte del pastel.
Pero, cuando la victoria númerica de los orcos parecía un hecho; una mirada, un empujón, un comentario desafortunado o vaya usted a saber qué hizo encolerizar a uno de los chicos orcos contra otro de sus compañeros, provocando la riña que finalmente y para regocijo de los skaven sellaría su derrota.
Los skaven habían obtenido una victoria pírrica, pero una victoria a fin de cuentas.
Por lo que lamieron sus heridas, repusieron a sus soldados, recogieron el carcaj, el cráneo y amordazaron al moribundo nigromante.
Todo esto a una velocidad endiablada porque todavía les quedaba la vuelta a su madriguera...
